Son muchas las costumbres y posturas que pueden aún no ser aceptadas por la mayoría de culturas, sin embargo, en lo que respecta a la homosexualidad se ha podido evidenciar que en épocas remotas ha existido un mayor nivel de comprensión.
No obstante, desde el matiz religiosa, la mayoría de cultos, sean católicos, cristianos, ortodoxos, protestantes o judíos prohíben la homosexualidad e incluso llegan a considerarlo un pecado mortal digno de la mayor pena, pero ¿tiene esto un fundamento bíblico? Sigue leyendo y descubre la respuesta.
¿Qué es la homosexualidad?
Se entiende por homosexualidad, la orientación sexual conforme a la cual una persona siente atracción física (mayormente sexual) hacia personas de su mismo sexo.
Ni la ciencia, en sus áreas más exactas como la genética o bien la anatomía, ni en sus saberes más humanizados, como la psicología o bien la filosofía, han podido determinar con exactitud el origen de la homosexualidad y menos aún ha podido definirla como una patología.
Es por ello, que la falta de un fundamento científico, se presenta como una fuerte limitante para que la teología pueda entablar una postura clara ante esta orientación sexual, debiendo reducirse a interpretaciones bíblicas.
La homosexualidad en el Antiguo Testamento.
Para fundamentar el repudio a la homosexualidad hay quienes se fundan en el libro 19 del Génesis y el libro 19 de los Jueces, donde se relata el pecado de Sodoma, narra las escrituras que los lugareños pretendieron tener relaciones homosexuales con los extranjeros al no aceptar como ofrenda las vírgenes.
Siendo esta la interpretación textual, más no contextual ni relacional de los hechos, ya que en interpretaciones más históricas, se reconoce que la condena otorgada a Sodoma fue por su orgullo, las costumbres paganas y pecaminosas que se entablaban y la falta de hospitalidad.
Y se refiere al hecho de que ni los extranjeros ni los ciudadanos de Sodoma, reconocen la práctica como homosexual, sino que simplemente la ven como un acto humillante y contra natural, así que sin mediar intenciones en los de no puede hablarse de la orientación en sí como un pecado.
La homosexualidad en el Nuevo Testamento.
En lo que respecta al Nuevo Testamento, puede apreciarse en las Cartas de Pablo, ciertas afirmaciones donde se señala que los hombres afeminados no son dignos de llegar al cielo y por ende no pueden gozar de la gracia.
Sin embargo, como es bien sabido, el Nuevo Testamento viene determinado por las enseñanzas de Jesús, planteadas en los distintos Evangelios, y análisis exegéticos de la biblia, han determinado que en ningún pasaje se ve señalamiento de parte de Cristo en contra de la homosexualidad.
No obstante, algunos alegan que la no expresión de Jesús al respecto no debe verse como una aprobación, recordando que este era parte del pueblo judío y apoyaba en gran medida las costumbres de su comunidad.
Criterios actuales sobre la postura bíblica ante la homosexualidad.
Como se pudo apreciar en los libros citados, y además en la lectura de demás pasajes públicos es fácil concebir que la homosexualidad, no cuenta con una aprobación de la Biblia, pero tampoco cuenta con una reprimenda exacta, más que aquellas que derivan de interpretaciones particulares.
Sin embargo, para aquellos teólogos estudiosos de los Evangelios y predicadores de las enseñanzas de Jesús, la problemática religiosa va más allá de asuntos sexuales, quedando resguarda a los asuntos de odio, discriminación y maltrato entre el prójimo, como también la falta de justicia.
Desafío de Tolerancia e Inclusión actual.
Motivado a lo expresado en líneas anteriores, es concebible que en la actualidad, siguiendo lo predicado por Jesús, la idea central, se funda en el amor de Dios por todos sus hijos, sin que medie perjuicio alguno o bien discriminación fundada en raza o sexo.
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